Día de emociones en Gijón, ayer se regalaban abrazos en El Molinón y no me extraña. Hoy en día es dificil ser feliz, incluso cuesta caro o ni con dinero se consigue. Pues ayer en Gijón habría más de 100.000 personas felices. Guajas bañandose, abueletes con la bufanda del 70, daba gusto chico. La pena es que todo es tan efímero que hoy poco a poco vuelve la calma y el objetivo una vez superado se convierte en eso, en otra prueba superada. Ahora nos queda pedir que siga la comunión Equipo-Ciudad-Afición y todos gocemos en primera del ambientazo que ayer pudimos sentir en Gijón.
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Qué ilusión, ayer nada más acabar los partidos , me llamó un amiguete malagueño..que emoción, los 2 en primera...bueno, al malagueño no le hacía tanta tanta ilusión.
ResponderEliminarA los cojos que tengo por la tarde en el curro, les advertí que si no subia el sporting, ni se les ocurriera u ocurriese acercarse a menos de 200 metros del hospital
¿quién lloró más de emoción, el kaiser, vanbasten o Aguado quizás??
Aguado todavia no se enteró, pensaba que esto era una promoción y que queda el partido de vuelta...
ResponderEliminarJoer a pesar de la cantidad de cigüas que aparecen en las fotos!
ResponderEliminarAguado no se emocionó ni cuando coreamos:la cabra tira al monte,aguado va al tarot...Aunque mónica se descojonaba.
ResponderEliminarCornudos! Hijosdeputa! Hala Oviedo siempre!!!!!
ResponderEliminarAhora solo falta que Cotario cumpla su palabra y se deje bigote como prometio apuntandose aqui.
ResponderEliminarTambien esperamos disculpas publicas por todo lo que tuvimos que sufrir el año pasado este triunvirato de triunfadores que hemos ascendido al Sporting. Nos han vilipendiado, faltado al respeto... solo falto agresión fisica, pero somos magnanimos y por una birra os perdonamos
Aguado sólo se emociona cuando encuantra alguien pa salir...
ResponderEliminarSi se deja bigotillo Cotín, te invito a dos birras, Delavega.
ResponderEliminarYo me dejé barba 3 meses antes del ascenso y dije que no me afeitaba hasta que subiésemos. Menos mal que cayó al primer intento. Si no, me río yo de Gandalf.
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