Me acaba de llegar por correo un enlace con un artículo de The Guardian sobre el Sporting, con motivo del partido contra el Barça. Está disponible en http://www.guardian.co.uk/sport/blog/2008/sep/22/sportinggijon.barcelona.
El correo venía acompañado de una traducción que no he comprobado, pero que copio para el que se quiera ahorrar el idioma de la Pérfida Albión. Ahí va y Vds. juzguen en los comentarios de este anuncio, señores...
Llegaban a lo largo de la playa de San Lorenzo, repleta de camisetas rojiblancas y otras lisas magnificas, a lo largo del río Piles, a través del parque y las calles, cargaban litros de bebida, colgaban banderas de los balcones y bufandas anudadas a las muñecas. Todos ellos fueron allí, los niños con la equipación completa, desde la camiseta a las medias, el tipo que desafiaba a la gravedad con su barriga y el viejo con su gorra lisa y con su insignia, generaciones mezcladas con orgullo en sus solapas, escrito a mano, hace una semana, “todas las localidades vendidas”.
Es el Real Sporting de Gijón contra el Futbol Club Barcelona y fue una gran noche, una por la que habían esperado mas de una década, fue difícil que no se humedecieran los ojos, después de todo, como se dice en español “ ha llovido mucho desde entonces”, especialmente en Gijón. En 1998 el Athletic fue el segundo mejor equipo de la liga, el Recreativo de Huelva bajó a 2ªB, Málaga y Getafe también se establecieron allí, un pequeño equipo que nunca había jugado en primera y que ya nunca la abandonaría, como el Villarreal , se estaba preparando para su primera experiencia en su viaje sin vuelta a la primera división, el Almería ni siquiera existía. En cuanto al Sporting, abandonó tras 27 años su lucha entre los mejores, último de la clasificación a unos colosales 32 puntos de la salvación, bajaron a segunda división, un gran club con una orgullosa historia que debería haber vuelto al año siguiente (desgarrado por los problemas económicos e intromisiones políticas), no lo hicieron .
Hasta ese día el Sporting jugó contra el Getafe y viajó a Sevilla, pero el gran momento llegó finalmente este fin de semana, cuando el Futbol Club Barcelona llegó el domingo por la noche, el Sporting supo que habían vuelto ellos también, una década después.
El club, con 103 años de historia, el estadio más antiguo de España y el Oscar a la mejor película extranjera con el exjugador Antonio Maceda y el actual presidente Manuel Vega Arango, había vuelto a donde pertenecía.
Al fin las cámaras habían vuelto a “El Molinón”, periodistas locales entrevistando a los de medios nacionales e internacionales, apenas podían creer que estuvieran aquí, en Gijón, los fans se reunieron por miles en el aeropuerto y el hotel, incapaces de creer que incluso Leo Messi estuviera también aquí, al fin La Nueva España y La Voz de Asturias podían escribir sobre un equipo de verdad, al fin el Futbol Club Barcelona era el equipo visitante, no el Eibar o el Elche, el Barcelona ¡! al fin los hinchas podían ver a su equipo en portada de las noticias nacionales, al fin el programa de futbol del domingo por la noche abriría con los rojiblancos, al fin Asturias ocupaba el centro del escenario, y no porque un tipo con una extraña mandíbula pudieran conducir un potente coche muy rápido. Y eso era parte de la cuestión, no fue solamente que el gran momento había llegado ese fin de semana a Gijón, fue que el gran momento había llegado para Asturias, trozo del país nunca conquistado por los árabes, hambrientos durante 7 enfermizas temporadas, porque no solo el Sporting había bajado en 1998, su rival, el Real Oviedo los siguió 3 años después, bajando 2 categorías en un verano, sufriendo un descenso en el campo y otro en los despachos de la federación española, quedando finalmente en el grupo 18 de la tercera división. Dos de los grandes clubes del país, incluso ahora 15º y 16º en la clasificación histórica, proveedores de algunos de los más grandes talentos del país, Pichichis y Zamoras entre ellos, dejó a Asturias huérfana – la región más importante sin equipo en primera – peor aún, dejaron el fútbol español huérfano también.
Por esto, mientras que Gijón y Asturias echaron de menos la 1ª división, la 1ª división ha echado de menos a Gijón y Asturias, quizá incluso más. Pregúntenle al presidente del Barcelona que empleó las horas previas contemplando los tópicos regionales; “Laporta baja a la mina ¡!” “Laporta come cabrales” ¡! “Laporta grita Puxa”¡! “Laporta escancia sidra” ¡!, solamente pregúntele a alguien que estuviera en “el Molinón” anoche, porque anoche el Sporting mostró a la primera división española lo que se han estado perdiendo, un auténtico equipo de futbol, con un auténtico estadio de futbol, con auténticos hinchas de futbol, podría parecer un poco derruido, como un campo de subbuteo inacabado, pero en un país en el que habitualmente los ambientes en los estadios son tan aburridos, “El Molinón” es especial, no una de esas porquerías en las afueras sin rastro de alma, un estadio en la ciudad, asentado con dificultad a la orilla del mar, gradas empinadas cerca del césped, con una parte en la que obstinadamente continúan de pie, un estadio que hace un ruido infernal, que salta y rebosa energía antes del inicio del partido, repleto de aficionados que no callan una sola vez, hinchas que a diferencia de la enorme botella de sidra que dio la bienvenida a los jugadores al terreno de juego, nunca se avinagran, continúan con su repertorio y responden a los goles en contra, no con silencio, silbidos o pañuelos blancos, lo hacen rugiendo “Sporting” ¡!
Aficionados que han esperado una década para volver a primera división y están decididos a disfrutar cada minuto, hinchas tan buenos que incluso Samuel Eto los aplaudió tras el pitido final, Pep Guardiola los describió como increíbles y Leo Messi, conjurando imágenes mentales de los frígidos aficionados catalanes añadió “son un ejemplo para los hinchas de cualquier lugar”, “El Molinón es un estadio de verdad” añadió Rafa Márquez, a diferencia del Camp Nou, le faltó decir.
Después de todo, el Camp Nou no recuerda algo como lo que hizo El Molinón anoche, continuar cantando, bailando y botando, incluso si el Barcelona marcaba su sexto gol –si, sexto- para enviar al Sporting a su tercera derrota consecutiva y su segundo peor resultado en casa en toda su historia: 1-6, y hay que frotarse los ojos, porque mientras que el Barcelona fue espectacular anoche y los aficionados del Sporting fueron impresionantes, su equipo no lo fue. El Sporting tiene un puñado de jóvenes buenos jugadores despuntando, descarados para el ataque, pero su defensa es realmente terrible, son los últimos de la tabla, han encajado doce goles en tres partidos y se enfrentan al Madrid y al Villarreal próximamente.
Le ha llevado diez años al Sporting ascender, podría tardar sólo uno en volver otra vez y eso sería una vergüenza terrible para los sportinguistas. Y para España.
Sid Lowe (The Guardian)
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Memorable
ResponderEliminarEste otro tampoco está nada mal: http://gijonprogresa.blogspot.com/2008/09/sporting-una-aficin-de-champions.html
ResponderEliminarEl kaiser lo tiene chungo para superar esto.
ResponderEliminarMenuda moto que se está vendiendo con lo de la afición del Sporting!
ResponderEliminarQue después de que te metan 6 o 7 chicharros mientras el equipo se arrastra por el campo, y la gente siga de carnaval, es ridículo.
Está muy bien que el público anime, aplauda y meta presión, pero si el equipo hace el ridículo habrá que silbar, quejarse y cagarse en la madre que los parió.
Como el año paso, cuando perdimos con el Castellón y la gente todavía los sacaba en hombros del campo. No me toques los cojones!
Lo que pasa es que se está vendiendo el bluff de la "afición de Champions", a falta de equipo de champions y la masa borreguil se metió en el papel.
No hay más que remontarse a cuando casi subimos con Marcelino y en el último partido, la gente se tiró al campo a celebrar no-haber-subido-por-poco,a colgarse de las porterías como monos, y a marchar con medio Molinón en forma de tapines.Lamentable.
Así que, menos forofismo, un poco más de objetividad y menos lobos, caperucita.
La aficion es soberana y actua como lo siente. Apoyo hasta el fin. Solo estoy de acuerdo en lo mal que me parece que la gente salte al campo, que deberia ser sagrado. Y mucho menos para arrancarlo a ratos.
ResponderEliminarAunque te disguste, seguiremos apoyando en los momentos dificiles.
Siempre puedes ir al campo con gafes de madera y tapones en los oidos.
Dear Vambi
ResponderEliminarSoberanos tambien son mis güebos.
Me parece estupendito que sigas apoyando, siempre y cuando del esfuerzo no te raches.
Puedes gritar, aplaudir, saltar,contorsionarte y decir: "BEEEEEEEEE!!!!!!" cuanto te plazca.
Pero eso no quiere decir que seas más del Sporting que nadie.
Lo importante en esta vida ye ser feliz. Unos lo hacen yendo al Molinón, otros hciendo sudokus y otros,como diría el gran Juanito Trelles, tocándose el ojal, jil, jul.
Con ésto doy por zanjado el tema de la "afición de champions"
Tengan uds un buen día.
P.D. Lo que si te pido por favor, es que, en beneficio de todos, no vuelvas a intentar jugar al fútbol, ni sucedaneos.
No es que yo sea más del Sporting que nadie (que además lo soy).
ResponderEliminarEl tema es que no hago el borrego yo sólo, sino varios miles de personas, al unísono.
Come mierrlrllrrlda: un trillón de moscas en todo el mundo no pueden estar equivocadas.
Pa mi Para ser del sporting sólo hay que sentirse alegre cuando gana (aunque ni se vea el partido) y de mala ostia cuando pierde. Lo de ser socio, accionista, ir a los desplazamientos etc... son "añadidos", "extras" que sólo dan puntos, pero el aprobado lo tienen los primeros.
ResponderEliminarNadie habló de aprobados. Sólo dije que soy más que nadie, muy seguido de muy cerca por el Kaiser, que me gana en años de socio pero no es sólo del Sporting.
ResponderEliminarEntiendo a Nacho,algunos tenemos varios afectos,él concentra toda su pasión (futbolera)en el real sporting de gijón.
ResponderEliminarCinco bolitas del Barça al Atleti en la primera parte, y no le cayeron ocho de milagro. A expensas de lo que ocurra en la segunda, supongo que siguiendo la regla de tres deberían ser todos linchados públicamente en Neptuno a su llegada a Madrid, en lugar de recibirlos con ovación de apoyo en el próximo partido en el Calderón.
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